Descubre la forma inteligente de tratar la miopía en niños
MiYOSMART, la lente oftálmica para el control de la miopía cumple un año.
La lente MiYOSMART llegaba a España en abril de 2021 después de su implantación en diversos países del mundo desde el año 2018. Ahora cumple un año de su llegada al mercado español, y lo hace como uno de los métodos más eficaces e innovadores para la gestión de la miopía en niños y adolescentes, consiguiendo ya ralentizar la miopía a más de 4000 niños en nuestro país. Con motivo de su aniversario, os queremos contar un poco más sobre esta lente y recordaros la importancia de combatir la miopía infantil.
Como sabéis, la miopía no es solo un error refractivo que tiene que ser corregido para ver mejor, sino un problema de salud pública debido a las complicaciones oculares que acarrea una miopía elevada. Actualmente, contamos con diferentes tratamientos para hacer frente a esta pandemia como son las lentes oftálmicas, lentes de contacto o fármacos. Sabemos además cuales son los factores de riesgo asociados a la aparición y desarrollo de la miopía: más tiempo en interiores, menos tiempo al aire libre, abuso de dispositivos digitales, mala ergonomía visual…
Pues bien; en el año 2011 HOYA Vision Care en colaboración con el Centro de Investigación de la Miopía de la Universidad de Hong Kong, comenzó a desarrollar una tecnología para incluir en las lentes oftálmicas que actuase sobre el crecimiento del globo ocular. En 2014, dicha tecnología sale a la luz con el nombre de D.I.M.S. (Defocus Incorporated Multipled Segments) y se empieza a comercializar bajo el nombre de MiYOSMART.
MiYOSMART es una revolucionaria lente oftálmica basada en la exclusiva y no invasiva tecnología D.I.M.S., capaz de no sólo corregir el error refractivo de la miopía, sino también de ralentizar la progresión de ésta, en niños y adolescentes, en un 59% de promedio. Además, las lentes MiYOSMART están pensadas y adaptadas al estilo de vida de cualquier niño, resistente a los impactos, antirreflejante y con protección UV.
Esta lente está dividida estructuralmente en una zona central de visión nítida con la graduación del paciente y una zona periférica de tratamiento con forma de panal de abeja, donde se localizan 396 islas de desenfoque con un poder de +3.50 dioptrías cada una. En la zona de tratamiento se intercalan en igual proporción las islas de desenfoque con la graduación del paciente, con el objetivo de asegurar que, independientemente de la zona de la lente por la que mire, el tratamiento esté asegurado y la agudeza visual sea buena.
La labor no termina cuando sale al mercado, sino que continua con una serie de estudios clínicos para comprobar su eficacia y su seguridad: el primer estudio demostró una eficacia del 60% ralentizando el crecimiento de la longitud axial. El siguiente estudio ratificó el porcentaje de eficacia y además se demostró que la efectividad es independiente de la edad y que el uso de la tecnología D.I.M.S. no está sujeto a efectos adversos, ni sobre el bienestar del paciente, ni sobre su eficacia visual.
A pesar de esto, debemos tener en cuenta que la detección y prescripción temprana es de vital importancia, ya que la miopía aumenta a un ritmo mayor de los 6 a los 10 años, y a partir de esta edad crece más lentamente. Estudios posteriores confirman que, a pesar del aumento innegable tras el confinamiento y las medidas restrictivas impuestas ante la Covid-19, en los usuarios de las lentes MiYOSMART, la miopía lo hizo un 46% menos que en los usuarios de lentes convencionales.
Después de hablaros un poco más en detalle sobre la lente MiYOSMART, queremos concluir este post con un mensaje claro:
ante el abanico de posibilidades que se nos presentan hoy en día para gestionar la miopía de los más pequeños, optar por una solución que solo corrige y no la trata, es cada vez menos una opción.