A la hora de buscar unos audífonos, podrás encontrarlos en diferentes gamas. No debemos buscar una gama en concreto, ya que en muchas ocasiones no vamos a necesitar todas las características, o no tan avanzadas, debido a nuestro estilo de vida. Sin embargo, hay una serie de prestaciones imprescindibles en los audífonos.
¿Qué prestaciones deben tener los audífonos?
Direccionalidad
Entre todas las prestaciones imprescindibles en los audífonos, la direccionalidad es seguramente la más importante.
Esta permite mejorar el entendimiento del paciente enfocando su atención hacia la fuente sonido, dando importancia al habla.
Para lograr mayor direccionalidad, los audífonos actuales utilizan micrófonos direccionales, lo que permite localizar los sonidos y permiten que el usuario se concentre en la fuente de sonido que quiere oír.
Los audífonos con sistema de direccionalidad adaptativa van cambiando entre micrófonos direccionales y omnidireccionales dependiendo de la situación de escucha, permitiendo al usuario disfrutar de los sonidos en cualquier ambiente.
Reductores de ruido
Para una mejor experiencia sonora, es importante que los audífonos sean capaces de ignorar los sonidos no útiles o no deseados. Para ello, los audífonos cuentan con reductores de ruido: ruidos suaves, ambiental, de impulsos y de viento.
Bandas y canales
La banda es el desglose de frecuencias en las que un audífono divide las mismas, haciendo que esos sonidos graves, medios y agudos queden más segmentados.
Las distintas bandas frecuenciales tienen asignada una ganancia distinta, por lo que permiten manejar la cantidad de volumen en una zona frecuencial determinada. De esta manera, no se afecta a las otras frecuencias, o solo de forma mínima (en el caso de las frecuencias que delimitan con la siguiente banda).
Los canales realizan las funciones de compresión, puntos de rodilla, tiempos de ataque y recuperación.
Cada canal tiene un comprensor propio, por lo que el audífono trabaja de forma distinta en cada canal. Así, los canales aportan ganancias diferentes a sonidos suaves y medio, e incluso comprime a sonidos fuertes a partir de cierto punto según sea necesario.
Por lo general, los audífonos suelen contar con entre 4 y 24 canales. Siempre será más conveniente el mayor número de canales posibles. Nuestra recomendación es optar por audífonos que tengan un mínimo de 12 canales, ya que permiten ajustar el sonido de forma mucho más personalizada.
Comunicación de oído a oído
El cerebro procesa el sonido por escucha binaural. En condiciones de audición normales, las señales de sonido de ambos oídos son de la misma intensidad. Como decíamos antes, el cerebro puede interpretar las voces como señales importantes y diferenciarlas del ruido de fondo.
Para acercarse lo más posible a la audición natural, los audífonos deben buscar esa coordinación binaural. Esto se consigue al intercambiar información entre ambos audífonos constantemente, con el objetivo de que funcionen como un único sistema.
Si utilizamos un solo audífono, nuestro cerebro puede tener dificultades para reconocer la procedencia de sonidos específicos. El cerebro realiza esta función mediante una comparación de la calidad de la señal que recibe: su volumen, la frecuencia y el tiempo que tarda el sonido en viajar a través del sistema auditivo. Si la señal de sonido siempre se recibe de un solo oído el cerebro no será capaz de identificar su origen.
Reductor de feedback
Cuando el sonido amplificado vuelve a ser percibido por el micrófono del audífono, se produce un fenómeno conocido como retroalimentación. Esto crea un pitido molesto, similar al que podemos oír al acercar un micrófono a un altavoz. Es más común al acercarse un objeto al oído, como el teléfono o la mano, o al entrar a un cuarto reducido.
Para garantizar la estabilidad del sonido, los audífonos cuentan con un sistema anti-feedback. Esto es posible al emitir una señal interna que determina la aparición de los pitidos, permitiendo cancelar la retroalimentación.
Dependiendo de la gama del audífono, este puede tener diferentes niveles de ajuste, con la posibilidad de escuchar música sin distorsión en los modelos más avanzados.